HUVr nos rompe el corazón, pero no nos quita la ilusión.

No lo queríamos creer, pero estaba muy claro. El maravilloso anuncio que de la inminente comercialización del patinete volador de Regreso al Futuro resultó ser un fake como una casa a manos de HUVr. Ni la ciencia, ni siquiera Tony Hawk y Doc uniendo fuerzas han podido darnos la alegría de nuestra vida. Todas las Navidades hemos repetido una y otra vez esto en nuestras listas. Yo sigo escribíendole a los Reyes, diciéndoles que aunque van ya con muchos años de retraso que vale, que les perdono. Pero que me lo traigan. Ni caso, oidos sordos. Baltasar, tú antes molabas.


Aun así no hay que desesperar, maldita sea. Todavía tenemos muchas cosas que son perfectamente viables. Al menos nuestro minúsculo cerebro fan sigue esperando, con aquello de "es sólo cuestión de tiempo". Veamos algunos de los deseos cinéfilos más cotizados:

Sable láser: Está muy claro. Todos lo queremos. También es fuente habitual de noticias. La última que leí fue "científicos inventan por casualidad algo bastante parecido a un sable laser". ¿Por casualidad? ¿Bastante parecido? Un auténtico jedi no puede conformarse con estas medias tintas. Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.


Fuyur: Muchos lo pedimos y a cambio nos trajeron una mierda de caniche que ni volaba, ni hablaba, ni nada de nada. Ahí es precisamente cuando empiezas a sospechar de que los monarcas sean magos. Al caniche le podías tirar una pelotita, pero no te podía llevar de vacaciones a Tenerife.




Gizmo: Aquí se lo ponías muy fácil a tu madre: "en esta casa no entra otro bicho más". Y punto. Encima con lo maniáticas que son, seguro que intentaría bañarlo y el bicho sería muchos bichos. Y muy malos, y ya todo fatal. Aunque eso sí, alegrarían bastante el barrio.

 

El robot de Rocky IV: ¿Os acordáis del Robot Emilio?  Era como una versión mierder del de Poly. Pero el de la peli sí que molaba: con tartas de cumpleaños, champán y todo el rato temazos. Porque no tendría alma, pero sabía lo que es el rock and roll.




Un David Bowie que te robe a tu hermano pequeño: lloran mucho y fastidian más. Así que si aparece él, por mucho que la abuela infarte, roba al niño, te sumerje en trepidantescas aventuras, te presenta a un montón de muñecos y para colmo baila y se cimbrea, todo se le puede perdonar. Además, el chiquillo se salva. Aunque siempre lo puedes dejar atrás.




Hay muchísimos más mitos creados por el cine, sobretodo en los ochenta , que son objetos de deseo. ¿Cuáles son los vuestros?

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