Hora de Aventuras supone un punto de giro en el mundo de la fantasía. Como en su día pudieron ser La Historia Interminable, todas las adaptaciones de Conan (incluida la bizarra de animación, con aquel pajarete que le salía del escudo), la serie de Dragones y Mazmorras, Willow o Hércules y Xena. Tienen todas en común que cambiaron el modo de imaginar de pequeños y adolescentes para siempre. También propuestas más cercanas a nosotros, pero un poco más adultas: El Señor de los Anillos, Narnia, 300, Harry Potter... Y la que es, bajo mi personal e insignificante opinión, la mayor obra de fantasía creada en estos últimos años: Hora de Aventuras. ¿Descabellado? En absoluto...
Hora de Aventuras nos narra la historia del único humano del mundo de Ooo, Finn; y su perro mágico, Jake. XIV Razones para amar hora de aventuras, que por razones chungas no puedo linkar aquí, pero que os recomiendo mucho- se suele pecar mucho de tratar a los niños como a tontos. Superado ese estigma, toda la serie se amplia a cualquier tipo de público. De hecho la primera frase que uno se suele plantear al desvirgarse con ella es "¿por qué a los niños les gusta?" Les gusta, porque tienen tramas y temas que pueden entender, porque aquí hay muchas líneas que conforman textos diferentes. Igual que un niño puede ver Los Simpsoms y entretenerle, pero no entender gran parte de los chistes. Hora de Aventuras es un caso idéntico, solo que se sustituye la acidez por dulzura. Pero una dulzura digna del mejor postre de Chuchelandia.
Todas las alocadas aventuras que corren giran en torno a una propuesta muy clara y universal: la amistad. Como ellos mismos dicen en un capítulo -en el que Jake es humillado y apaleado una y otra vez por complacer a su perrete- "todo por los coleguis". Es una de las tramas de amistad más puras y maravillosas jamás creadas y maduradas, y no digamos ya en el mundo de los dibujos animados, donde -como bien se expone en
La fantasía que Pendleton Ward crea con toda su cosmovisión es riquísima. No está todo lo que puedes imaginar, está todo lo que siempre QUISISTE imaginar. Desde los lisérgicos cambios de dimensiones de Jake (aunque para nada es una serie "triposa"), hasta la videoconsola BMO, el malvado Rey Hielo que desea raptar a lindas damiselas pero que vive rodeado de pingüinos, hasta todo tipo de princesas. Porque aquí está la fantasía clásica de héroes que salvan princesas, de caballeros que plantean acertijos, de juglares que componen cantos a las maravillosas gestas... Todo ese universo artúrico mezclado con elementos oníricos y con una de los puntos fuertes que a los mayores nos gustan, las referencias contraculturales:
-Juegos de rol everywhere. Rol del bueno, del de antes, no esas cosas posmodernas de interpretar tormentos interiores, si no de bajar a mazmorras, matar a los malos, subir de nivel y robar el tesoro. Del que nos hizo soñar con ser un saqueador enano o un elfo... Es decir: Dungeons and Dragons. Es una de las bases constantes de capítulos y capítulos. Hemos visto descender a los dos coleguis cientos de veces a mazmorras, robar tesoros, luchar por objetos mágicos y enfrentarse al malvado Liche. Gary Gygax debería amar la serie.
-Tú me pixeleas. Videojuegos viejunos, otra cantinela que siempre suena. El amor a lo retro, maldita sea. Y nos gusta, claro que nos gusta. ¿Sabéis por qué? Porque ya vamos teniendo una edad. Y porque nos encanta recordar cómo aquellos juegos, con cuatro polígonos y una mierdosa paleta de colores, nos hacían gozar más que todos los full HDs de hoy. Por cierto, también hay muchos creados a partir de la serie. Yo h jugado a varios para escribir el artículo -la ardua tarea de documentarse-, entre ellos los más frikis (uno de rol y otro de cartas) y puedo decir que dan diversión a raudales.
-Se pasa el día leyendo tebeos. Están un poco más difuminadas, pero están. Aquí hay mucho de Conan en el diseño de armaduras y criaturas, siempre pasados por el maquillaje de la comedia. No nos olvidamos de las expresiones que a veces adquieren los personajes, de referencias claras al anime y al manga, incluso algunos de sus personajes beben del japón. También el propio diseño de todo es puro comic indie, esa linea simple pero certera, en muchas ocasiones basada en polígonos simples. Y colores vivos. Diseño limpio y minimalista. Lo que se estila hoy llevado a la máxima elegancia.
-Todo es mejor con vocoder. Referencias a los ochenta sobran. Y los soniditos (me fijo en detalles absurdos, lo sé) que emiten muchos de los aparatos y bichejos que habitan Ooo son puro ochenteo. El empleo del vocoder en canciones y diálogos, los efectos "arcade" en las partes de acción y los sintetizadores acelerados nos hacen transportarnos, aunque sea en esencia, a ese lado mágico e intangible que tuvieron los ochenta.
-Muchas más movidas... y música indie: cine, ciencia ficción, surrealismo, memes... Y música. Buenísima música, sin complejos. Igual da utilizar sintetizadores que ukeleles, el caso es que sean pegadizas, ingeniosas y graciosas. Nos recuerdan mucho a sonidos pop de vanguardia, incluso en su propio concepto de amor a cada canción concreta, y todo al servicio de la melodía. Tenemos la gran suerte de contar con el mejor doblaje jamás hecho en España, que dota a los personajes de mucha originalidad en su jerga -no es raro oírles decir horteradas como "guachi", o rozar lo chanante con "viejuno" o "perrete"- y también nos regalan las canciones geniales en nuestro idioma. Dios bendiga a Templeton, la banda culpable de todo.
Total, que no hay nada de malo en ser ya un viejuno y poder disfrutar con los más pequeños de la casa todas las aventuras absolutamente matemáticas de la mejor serie de animación concebida. Siempre me quedará la duda de cómo será verlo a través de la mirada de un niño, si ya en la mía, más arraigada a la tierra que a la imaginación, me hace soñar de lo lindo y me transporta a ese mundo tan chachi. Mundos que te dejan espinitas clavadas, porque nunca pude tener a Fuyur, jamás encontré al Amo del Calabozo, no viví el sacrificio de Aslan, ni comí imaginando con los niños perdidos de Hook... Pero lo que más me fastidia es saber que jamás voy a poder cimbrearme como Finn y Jake.
hermano, yo tambien flipo de lo lindo con esta serie jajaja al principio pensaba que era una basura pero me pare detenidamente a verlo bien y disfruté mas que mi hermano pequeñoo jajaja (yo tengo 20 y el 12)
ResponderEliminarEs una pasada, y lo genial es como nos arrastra a su mundo y sentirnos parte de él.
Eliminar"Hora de Aventuras nos narra la historia del único humano del mundo de Ooo, Jake; y su perro mágico, Finn."
ResponderEliminarCorrige esto, que el humano es Finn.
Siiiii, ERROR 404!!
Eliminarjajjajaja, buen artículo, una serie genial, realmente, aunque parezca una chorrada, al ver un par de capítulos engancha y la acabas adorando
Y que en todos los capítulos haya un caracol saludando al espectador. Retorcido hasta la médula.
ResponderEliminarEse detalle recurrente, al estilo de Hitchcock cuando aparecía en sus películas, divierte y aumenta la atención. Se nos olvidó incluirlo, pero genial tú apunte.
EliminarAl principio senti algo de desconfianza a la serie, antes de haberla visto. No sé, el rollo onírico y extraño, mezclado con ese rollo de mazmorreo prometía tanto...que supongo que tenía reparo a sentirme decepcionado.
ResponderEliminarPero la oportunidad de encontrar una joya me hizo empezar a verla, y efectivamente, la encontre. De las mejores series de animación que haya visto hasta la fecha, con una metatrama fantabulosa, y personajes tan épicos como encantadores :T
Lo difícil es mezclar tantas cosas y que quede consistente. Porque la impresión que te da cuando el capítulo termina es la de que, en alguna parte, ellos siguen vivos.
EliminarEsta serie es para verla muchas, muchas veces. El tema postapocaliptico, Susana Fuerte y Finn como los ultimos humanos, la emocionante y triste historia de Simon (el Rey Hielo) y Marceline, buscar al caracol que saluda... Cada vez que vuelves a ver un capitulo de Hora de Aventuras descubres algo nuevo. Para mi, la mejor serie que he visto nunca (y naci en los 80).
ResponderEliminarUn saludo.
Totalmente de acuerdo. Y es una serie con una vida por capítulo infinita.
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