Los Groot no dejan ver el bosque.

Guardianes de la Galaxia, el nuevo truñazo de Marvel. Una lección de cómo marear al espectador durante dos horas, sin contarle nada de nada, sin emocionarle y... sin aburrirle del todo. 

Considero que tan absurdo es el pretencioso intelectual que hace un bodrio aburrido y críptico, como el pretencioso comercial que confunde la cinética con el dinamismo. Ese es su gran error. Y el de gran parte de las producciones actuales aspirantes a blockbuster. 

¡RACISTAS DE MIERDA! Queremos ver la piel morena de Zoe Saldana.

Guión ¿qué guión? Empiezan contándonos quién es Quill, el que suponemos protagonista, "con la puntita nada más", su madre enferma, que se muere, que si su padre es un ángel (¿?). Un cliché ya de entrada que enlaza con un montón de peripecias desde el minuto uno. Nos da igual que ese tío se muera, ese y cualquier otro. Carecemos de conocimiento, de identificación, de algo que nos emocione. No hay nada sembrado en el primer acto, así que ahí ya se ha jodido todo. Pronto están involucrados unos cuantos personajes más, que de forma verborréica nos explican trasfondo con diálogo. Dando lugar a una trama en la que no hay nada en juego, no hay emociones, las explosiones se vuelven cotidianas y los enigmas se resuelven echando un parlao. Enséñame las cosas, no me las cuentes, CABRÓN. Lo de resolver escenas sacándose poderes de la manga, en plan Deus ex machina y mariquita el último, ¿qué? Da alguna pista o anticipo antes, ¡alma de cántaro!

Una decisión populista, porque A TODOS NOS GUSTAN LOS MAPACHES.
Se rumorea que fue idea de Pablo Iglesias.

No hay tiempo dramático. La peripecia sin control no sirve de nada (bien explicado AQUÍ). Si pasan tantas cosas, al final no pasa ninguna. No hay tiempo para comerse las uñas. La tensión se consigue alargando la espera, no con sucesión de cientos de cosas que confunden y pervierten el espíritu de aventura. Cualquier peli grande de género -Star Wars, por ejemplo- controla esos parámetros y tempos a la perfección. Aquí nada de nada. Caquita, caquita.

La fotografía sería buena si se entendiera algo, que al fin y al cabo es su cometido. La cámara se mueve sin sentido, como si buscara precisamente eso: confundirnos. ¿Quién es el director de foto? ¿Mohammed Alí? Batallas épicas que no vemos por barridos estúpidos, falta de seguimiento a los personajes y encuadres pobrísimos, siempre frontales de telefilm barato. Asquito del bueno.

Groot tiene las mejores frases del guión.

Aún así no es horrible. Hay personajes ocurrentes y situaciones cómicas interesantes y graciosas. Varios running gags que se crecen y un diseño visual que, si la foto fuera correcta, sería un ejemplo claro de arte digital. No termina de cuajar su aire pulp de alto presupuesto metido a embudo, queda falso. O una cosa o la otra. Elije. Y no me vendas vespas.

No hay tema. Todas las pelis de género hablan de algo, desde la mencionada Guerra de las Galaxias, Indiana Jones, El Señor de los Anillos o el puto Willow, juegan con las emociones. Porque nos da igual que haya ewooks o que un mapache que hable, son reglas de juego que aceptamos en el minuto uno -de eso va el cine-, lo que es inaceptable que no nos convenzan de por qué vale la pena sufrir con ellos. Es entonces cuando sentimos que un universo es inverosimil. No por que ocurra en galaxias lejanas, si no porque, sin emoción, los protagonistas nos parecen marionetas a manos del director. Vemos los hilos. Mal.

La mezcla perfecta de Luke Skywalker, Han Solo y Forrest Gump.
Para la dos se habla de Resines borracho o Bonilla con peluquín.

Adoro el cine aventurero, esperaba encontrar algo respetable. Siento decir NO. A ver si Marvel se entera que para hacer una buena película es necesario, por cojones 8===D, contar con un buen guión. 

Contar, en general. Lo que sea. Que al puto lobezno le han salido hemorroides y eso le irrita porque se tiene que rascar con las jodidas garras de adamantio. Eso, al menos, sería algo. Personaje, conflicto (las hemorroides cuentan como interno y externo) y drama. La idea está a la venta, tio Stan. Y garantizo que en el clímax no me sacaré un bote de hemoal del bolsillo. Que sufra.