Con una crisis histórica de taquilla para el cine español, y un gran triunfo de la fiesta del cine -lo que indica que viene dada por los abusivos precios y el abusivo IVA de acceso a las salas- se ha leído en la academia del cine ésta mañana las listas de los nominados. Sorpresas ha habido pocas, cabiendo destacar que los medios oficiales ya hablan de "favorita" por el mero hecho de ser la más nominada, sin explicar nunca lo que significa favorita. Es motivo más que suficiente para alegrarse el hecho de ganar un busto o alguno más, y esperemos que se repartan bien, teniendo en cuenta que hay varias películas de buena confección, y otras pocas realmente buenas.
El podio de las más nominadas ha sido:
La Gran Familia Española, de Daniel Sánchez Arévalo, aspira a doce categorías, entre ellas mejor guión original, mejor película y mejor dirección.
Las Brujas de Zugarramurdi, de Álex de la Iglesia, aspira a diez categorías Aunque sorprende no se encuentre entre ninguna de los pesos pesados, con posibilidades de ganar los aspectos más técnicos como mejor sonido o los lados menos populares (aunque igual de importantes) de mejor dirección artística, mejor vestuario o mejor maquillaje y peluquería.
Caníbal, de Manuel Martín Cuenca, que figura en ocho categorías, entre ellas mejor película y mejor dirección.
La gala, siempre polémica y criticada -y siempre muy vista y seguida-, tendrá lugar el día nueve de febrero a partir de las diez de la noche. Ahí podremos ver quién se lleva el gato al agua, en un año en el que deberíamos olvidarnos de los números y fijarnos en el talento. Y de nuevo replantearnos qué estamos haciendo mal y cómo remediarlo, sin echar las culpas ya a tópicos como Internet (del que todos somos usuarios). Creo que hay suficiente calidad -aunque haya que aspirar siempre a más- para sacar orgullo, dejarse los cuernos y olvidar victimismos.
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